Hoy al igual daremos inicio a una nueva seccion del blog donde analisaremos cada viernes un celular, tablet o lo que sea importante asi que esten al tanto sobre nuevos articulos. Comenzamos
Llega para sorprender a primera vista, y lo hace. El Xperia Arc se posiciona como el terminal número uno en el catálogo de Sony Ericsson, manteniendo eso sí, un mano a mano con el Xperia Play. Sabemos perfectamente que ambos modelos son muy diferentes entre sí, y casi no podríamos compararlos en igualdad de condiciones, aunque como veremos más adelante en este análisis, comparten más de lo esperado. ¿Qué tendrá este Arc que tan buenas sensaciones desprende? ¿Estamos ante un futuro éxito de ventas? Sigue leyendo y encontrarás la respuesta.
A nivel estético hay un detalle fundamental que diferencia el Xperia Arc de cualquier teléfono del mercado. Hablamos de sus 8,7 milímetros de mínimo grosor (el punto más delgado se encuentra en el centro del teléfono); una medida difícil de asimilar, ya que cuesta creer que en ese espacio se escondan componentes como una batería de 1.500 mAh, la pantalla y toda su circuitería. Aún así, esa ventaja prácticamente no es apreciable en la mano, ya que la posición natural del agarre (forma cóncava) no ayuda a ello (podríamos decir que hasta resulta incómoda), dejando únicamente la sensación de terminal ultradelgado para el momento de guardarlo en el bolsillo. Evidentemente no es el primer terminal que ofrece estas impresiones -el Galaxy S y el iPhone 4, por ejemplo, resultan bastante planos en su zona trasera-, pero es la extrema delgadez unido a su curvatura lo que produce esa incomodidad al sujetarlo.
Reduce el grosor, pero no el tamaño de su pantalla, y es que una espectacular LCD con retroiluminación LED de 4,2 pulgadas ofrece una resolución de 480 x 854 píxeles que deja atónito a cualquiera nada más encender el teléfono. Ahí entra en juego la tecnología Bravia Engine, presente a la hora de reproducir imágenes y vídeos en el terminal y con la que se consigue mejorar aspectos como el contraste, brillo y ajuste de colores. Pero ya hablaremos más adelante de ella.
En cuanto al cerebro, nos encontramos con el mismo Qualcomm MSM8255 de 1 GHz y la GPU Adreno 205 que tenemos en el Xperia Play, una pareja que dará muy buenos resultados en las pruebas y que, como podrás imaginar, dejan al mismo nivel a dos terminales muy diferentes en cuestión de mercado. Tanto en la prueba de Neo Core como en la de Quadrant, los dos teléfonos han alcanzado valores bastante parecidos, por no decir idénticos, destacando entre otros terminales del mercado. No hemos notado ninguna mejora al desactivar el Bravia Engine, así que podríamos decir que la activación de este sistema de optimización de la imagen no afectará el rendimiento en juegos y reproducción de contenidos multimedia en ningún momento. Ni que decir tiene que cualquier tipo de juego funciona a la perfección, pero teniendo en cuenta que estamos ante un terminal completamente táctil, el aspecto jugable se queda algo limitado, aunque claro, seguramente tengamos esa impresión porque estamos muy mal acostumbrados.
Además del cuidado diseño exterior, otro de los puntos más fuertes del terminal se centra en su pantalla de 4,2 pulgadas, un panel de 854 x 480 píxeles que responde al nombre de Reality Display, y que a la hora de reproducir vídeos o revisar fotografías sorprende con su definición y colores gracias a la tecnología Bravia Engine (encargada de ajustar los colores, ruido y contraste según la imagen mostrada en pantalla).
Aún así, debemos de aclarar que este motor no está presente ni en la interfaz ni en el navegador, así que la mejora de reproducción no afectará en ningún momento a la transición de los menús o la visualización de una página web.
Teniendo en cuenta el repaso que le hicimos al software del Xperia Play, no hay mucho que destacar en este Arc, ya que comparten misma interfaz camuflada de Sony Ericsson -muy bien equilibrada a nuestro parecer, todo hay que decirlo-, además de Gingerbread 2.3.1 de Android, última versión del sistema operativo que nos evitará dolores de cabeza durante algún tiempo.
Quizás, un aspecto que debemos de destacar es el software incluido para la aplicación cámara, pero eso lo explicaremos en otro apartado.
Sensor de 8 megapíxeles Exmor R con Flash LED. Su carta de presentación no deja lugar a dudas de que estamos antes una cámara muy capaz que regalará grandes resultados, incluso podríamos decir suficientes para prescindir de la pequeña compacta, y es que no hay modo que se le resista.
Gran culpa de ello la tiene el software tan completo que Sony Ericsson ha incorporado en el sistema, donde la aplicación Cámara llega mucho más lejos que la estándar de Android, permitiendo, entre otras cosas, seleccionar tipos de medición, modos de enfoque, estabilización de imagen, etc.; aunque aquellos que no estén demasiado familiarizados con el tema fotográfico siempre podrán optar por el modo automático. La incorporación de un software tan detallado es un claro ejemplo de la gran apuesta por la cámara, y la confianza depositada en el sensor Exmor R.
Llega para sorprender a primera vista, y lo hace. El Xperia Arc se posiciona como el terminal número uno en el catálogo de Sony Ericsson, manteniendo eso sí, un mano a mano con el Xperia Play. Sabemos perfectamente que ambos modelos son muy diferentes entre sí, y casi no podríamos compararlos en igualdad de condiciones, aunque como veremos más adelante en este análisis, comparten más de lo esperado. ¿Qué tendrá este Arc que tan buenas sensaciones desprende? ¿Estamos ante un futuro éxito de ventas? Sigue leyendo y encontrarás la respuesta.
A nivel estético hay un detalle fundamental que diferencia el Xperia Arc de cualquier teléfono del mercado. Hablamos de sus 8,7 milímetros de mínimo grosor (el punto más delgado se encuentra en el centro del teléfono); una medida difícil de asimilar, ya que cuesta creer que en ese espacio se escondan componentes como una batería de 1.500 mAh, la pantalla y toda su circuitería. Aún así, esa ventaja prácticamente no es apreciable en la mano, ya que la posición natural del agarre (forma cóncava) no ayuda a ello (podríamos decir que hasta resulta incómoda), dejando únicamente la sensación de terminal ultradelgado para el momento de guardarlo en el bolsillo. Evidentemente no es el primer terminal que ofrece estas impresiones -el Galaxy S y el iPhone 4, por ejemplo, resultan bastante planos en su zona trasera-, pero es la extrema delgadez unido a su curvatura lo que produce esa incomodidad al sujetarlo.
Reduce el grosor, pero no el tamaño de su pantalla, y es que una espectacular LCD con retroiluminación LED de 4,2 pulgadas ofrece una resolución de 480 x 854 píxeles que deja atónito a cualquiera nada más encender el teléfono. Ahí entra en juego la tecnología Bravia Engine, presente a la hora de reproducir imágenes y vídeos en el terminal y con la que se consigue mejorar aspectos como el contraste, brillo y ajuste de colores. Pero ya hablaremos más adelante de ella.
En cuanto al cerebro, nos encontramos con el mismo Qualcomm MSM8255 de 1 GHz y la GPU Adreno 205 que tenemos en el Xperia Play, una pareja que dará muy buenos resultados en las pruebas y que, como podrás imaginar, dejan al mismo nivel a dos terminales muy diferentes en cuestión de mercado. Tanto en la prueba de Neo Core como en la de Quadrant, los dos teléfonos han alcanzado valores bastante parecidos, por no decir idénticos, destacando entre otros terminales del mercado. No hemos notado ninguna mejora al desactivar el Bravia Engine, así que podríamos decir que la activación de este sistema de optimización de la imagen no afectará el rendimiento en juegos y reproducción de contenidos multimedia en ningún momento. Ni que decir tiene que cualquier tipo de juego funciona a la perfección, pero teniendo en cuenta que estamos ante un terminal completamente táctil, el aspecto jugable se queda algo limitado, aunque claro, seguramente tengamos esa impresión porque estamos muy mal acostumbrados.
Además del cuidado diseño exterior, otro de los puntos más fuertes del terminal se centra en su pantalla de 4,2 pulgadas, un panel de 854 x 480 píxeles que responde al nombre de Reality Display, y que a la hora de reproducir vídeos o revisar fotografías sorprende con su definición y colores gracias a la tecnología Bravia Engine (encargada de ajustar los colores, ruido y contraste según la imagen mostrada en pantalla).
Aún así, debemos de aclarar que este motor no está presente ni en la interfaz ni en el navegador, así que la mejora de reproducción no afectará en ningún momento a la transición de los menús o la visualización de una página web.
Teniendo en cuenta el repaso que le hicimos al software del Xperia Play, no hay mucho que destacar en este Arc, ya que comparten misma interfaz camuflada de Sony Ericsson -muy bien equilibrada a nuestro parecer, todo hay que decirlo-, además de Gingerbread 2.3.1 de Android, última versión del sistema operativo que nos evitará dolores de cabeza durante algún tiempo.
Quizás, un aspecto que debemos de destacar es el software incluido para la aplicación cámara, pero eso lo explicaremos en otro apartado.
Sensor de 8 megapíxeles Exmor R con Flash LED. Su carta de presentación no deja lugar a dudas de que estamos antes una cámara muy capaz que regalará grandes resultados, incluso podríamos decir suficientes para prescindir de la pequeña compacta, y es que no hay modo que se le resista.
Gran culpa de ello la tiene el software tan completo que Sony Ericsson ha incorporado en el sistema, donde la aplicación Cámara llega mucho más lejos que la estándar de Android, permitiendo, entre otras cosas, seleccionar tipos de medición, modos de enfoque, estabilización de imagen, etc.; aunque aquellos que no estén demasiado familiarizados con el tema fotográfico siempre podrán optar por el modo automático. La incorporación de un software tan detallado es un claro ejemplo de la gran apuesta por la cámara, y la confianza depositada en el sensor Exmor R.
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